domingo, 30 de junio de 2013

Seleccionado para CEET: Creaturas

Pues sí, en estos días en los que he aparcado la siempre satisfactoria tarea de escribir relatos por la mucho más incierta de probarme con un proyecto más largo, algunos de los certámenes que tenía pendientes van fallando, y uno de ellos lo ha hecho para incluirme en la ya clásica antología Calabazas en el Trastero, de relatos de género fosco (por lo general de terror). En particular para su especial Creaturas (ya tuve el honor de hacerlo en el de Catástrofes Naturales), entendiendo como tales a aquellas creaciones y engendros que, de un modo voluntario o por accidente, acaban mostrando un lado siniestro. He aquí su portada provisional.


Mi relato en este caso, sin perder el tono de esta colección, tiende más a la ciencia ficción. Garras para Algernon, se titula. Como podréis imaginar, homenajea explícitamente al precioso clásico de Daniel Keyes Flores para Algernon, mutando la genial sensibilidad de este a un tono más cercano al del monstruo de Frankenstein. No es el único homenaje explícito ni implícito existente en el relato, pero eso ya lo descubriréis si os animáis con la antología. Cuando salga a la venta daré más datos, realizando mi habitual reseña.

jueves, 20 de junio de 2013

RELATO: Mucho tiempo para hablar

Como algunos sabéis, estoy preparando un proyecto algo más largo que los relatos con que os tengo acostumbrados. Ya acabando la primera parte del mismo, voy realizando algunos descartes sobre las versiones iniciales del mismo, y se me ocurre dejaros por aquí una de ellas, como curiosidad, como relato descontextualizado, que sin embargo me resisto a tirar a la basura. No en vano recuerdo ahora un cuento space opera del gran Sapkowski sin principio ni final, y que sin embargo enganchaba. No soy Sapko, ni confío en enganchar, pero ahí lo dejo, aunque solo sea para recordarme a mí mismo -y a quien quiera- lo que no fue:


 Todo había resultado una locura. Lo primero que Alayne sabía que había fallado era el sistema de comunicación, tras recibir una transmisión indescifrable había empezado a reenviarse de alguna manera a todas las naves al alcance de la Eva. Después había venido lo peor. Cuando el capitán trató de interrumpir la extraña comunicación, la navegación había fallado y se habían visto obligados a pasar a manual. ¡Ya nadie pilotaba en manual! Más tarde los tecnos habían empezado a desobedecer y se habían sucedido las muertes. El propio capitán había fallecido al derrumbarse el puente de mando tras una serie de descargas eléctricas que más parecían explosiones cuidadosamente controladas que fallos accidentales. Junto a él se fueron media docena de oficiales de rango superior.

  Dentro del caos reinante Alayne se había dado cuenta de que con su grado de teniente era la oficial de mayor grado que quedaba con vida, que ella supiera, por lo que había tenido que empezar a tomar decisiones. La primera fue intentar aterrizar en el planeta más cercano, que estaban estudiando por sus prometedoras condiciones para la vida cuando se desatara la tormenta. Si lo lograban quizá el desastre no acabara en hecatombe.

  La manera en que la nave tomó tierra podía denominarse de cualquier manera menos aterrizaje. Con todos los sistemas fallando, gente muriendo, tecnos explotando y la nave virando en ángulos imposibles, el contacto con la superficie del planeta fue tan brusco que vio a varios compañeros, entre ellos algunos amigos, lanzados como peleles contra techo y paredes, abriéndose la cabeza, rompiéndose extremidades y torso.

martes, 11 de junio de 2013

RESEÑA: El hombre ilustrado, de Ray Bradbury

Por esta afición mía a escribir (quizá debería decir perpetrar palabras) a veces ciencia ficción y otras sobre ciencia ficción, en numerosas ocasiones la gente cree que soy un entendido y me plantea cuestiones tales como por dónde empezar a leer en el género. No soy ningún entendido, pues cuanto más leo, más palpable se hace mi ignorancia en estas lides para mí. No obstante, sí que hay dos o tres autores que recomiendo a ojos cerrados para neófitos: Isaac Asimov como más serio, Fredric Brown como más divertido, y por delante de ellos, casi siempre a Ray Bradbury... por todo.


Hace un tiempo ya os hablé de las excelencias de sus Crónicas Marcianas. Hoy voy a hacerlo de otra de sus obras maestras (porque a mi juicio ambas lo son, sin paliativos). El hombre ilustrado (1951). Como en aquel caso, nos encontramos con una antología de relatos autoconclusivos, si bien ahora no tenemos el leitmotiv de Marte como nexo común, aunque también aparezca en alguno de los cuentos. Aquí sencillamente leeremos historias de cifi variadas, diferentes supuestos realmente imaginativos en los que se nos plantean unos cuantos “¿Y si…?”, llevando la especulación en algunos casos hasta las últimas consecuencias o en otros dejándola abierta. Siempre realizando el planteamiento más interesante e inteligente para dejar al lector con un rumrum después de acabar el cuento que se quedará junto a él, orbitando en su consciente y su subconsciente, como si de un astronauta flotando en el vacío del espacio se tratara.

Veamos algunas de las cuestiones, y para ella hemos trasladar la anterior metáfora a la literalidad ¿Y si unos astronautas quedaran en efecto flotando en el espacio sin control ni esperanza? ¿Y si se alcanzara un sistema de realidad virtual con una línea tan delgada entre lo real y lo virtual que se convirtiera en intermitente? ¿Y si un androide (robot o marioneta) pudiera sustituirnos para facilitarnos el día a día? ¿Y si los históricamente oprimidos tuvieran la posibilidad de ser los opresores? ¿Y si se hundiera el mundo a nuestro alrededor? ¿Y si la memoria viva de los escritores más clásicos se refugiara en otro planeta, exiliada de la barbarie humana? Estas y muchas otras son las preguntas realizadas en la antología. Ocurrentes, complicadas y sugestivas, como poco. Muchas de ellas sin respuesta, pero que merece la pena plantearse.

Pero no es este el secreto de la obra, o al menos no el único.
Ray Bradbury era uno de esos pocos escritores privilegiados que, estuviera escribiendo sobre lo que fuera, tenía la capacidad para cautivar al lector debido a la tremenda sensibilidad con que impregnaba sus palabras, lo que unido a sus brillantes ideas lo convertía en único. Así este puñado de relatos, no solamente son asombrosos en su planteamiento y poseen una gran calidad literaria, sino que además calan hondo.

jueves, 6 de junio de 2013

Ya disponible Amanecer Pulp 2013 para descarga gratuita

Como anuncié hace poco, fui seleccionado para la publicación de una antología de relatos pulp con mi historia de tintes lovecraftianos Arriba y abajo. Pues bien, esta antología, titulada Amanecer Pulp 2013 ya está disponible para su descarga gratuita.


Podéis obtener más información de la mano de los organizadores del concurso, relatospulp.com, o descargar directamente la selección AQUÍ. El fichero comprimido incluye los formatos pdf, y epub y mobi para vuestros lectores de ebooks. ¡Espero que os guste!

lunes, 3 de junio de 2013

Ácronos. Segunda edición.

Coincidiendo con la celebración de la feria del libro en Madrid, ha salido a la venta la segunda edición de la antología Steampunk Ácronos, en la que tengo el placer de participar.


Como sois varios los que tras agotarse la primera me preguntasteis dónde comprarlo, os recuerdo que podéis hacerlo en librerías online de confianza como Cyberdark, la propia tienda de la editorial, o en las librerías físicas de la red de distribución de Tyrannosaurus books.

Ahora os dejo  las opiniones que he encontrado en la web explícitamente sobre mi relato Anteojos, que en general me han dejado con buen cuerpo (también lo han hecho las generalistas sobre la antología, que no incluyo):

Un relato que da mucho de sí, ya que aunque la historia sea breve tiene un final que te deja satisfecho, completamente cerrado. El mundo que se nos presenta a la par que aquello que oculta, resulta bastante atractivo. Blog La Mesilla de noche.

En una Madrid donde los trabajos más bajos los realizan autómatas, un hombre descubrirá un inesperado secreto tras un atentado terrorista. El relato resulta entretenido, y la inclusión de detalles como el de Ramón y Cajal le aporta cierto color a la historia, en su contra el hecho de ahondar poco en algunos detalles y resultar un poco atropellada en su final. Da la sensación de que la historia daba bastante más de sí. Héctor Gómez Herrero.

De este cuento prefiero no decir nada, solo que hay que leerlo, degustarlo y disfrutarlo (señalándolo como uno de los cuatro relatos más destacados de la antología). José Antonio Cordobés Montes. ficcioncientifica.com.

Además, podéis releer mi reseña sobre la antología completa.

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