martes, 22 de septiembre de 2015

RESEÑA: Qué difícil es ser Dios, de Arkadi y Boris Strugatski

A veces, cuando pienso en los hermanos Arkadi y Boris Strugatski (autores de Picnic extraterrestre), se me va la cabeza sin quererlo a nuestro Luis García Berlanga. No tienen nada que ver ni en temática, ni en estilo, ni siquiera en el arte que cultivaban, sin embargo en ambos casos llevaron a buen puerto obras maravillosas que criticaban arduamente un régimen represor delante de las narices de ese mismo régimen. Probablemente Berlanga fuera mejor cineasta que los Strugatski literatos (ahí queda El verdugo, sutil obra maestra contra el franquismo durante el franquismo que ilustra lo que digo), pero los hermanos no quedan a la zaga en cuanto a temeridad contra el totalitarismo soviético post Segunda Guerra Mundial, y para ello solo tenemos que pensar en Qué difícil es ser Dios (1964).



En esta novela nos encontramos con una serie de individuos escondidos a plena vista, sobre el terreno en una sociedad medieval, destinados a observarla para que otros compatriotas con vocación historiadora saquen sus propias conclusiones mientras que ellos se limitan a contemplar sin casi intervenir. Estos observadores, estos dioses mucho más avanzados e ilustrados, descubrirán lo frustrante y difícil de su labor a medida que la desempeñen y nosotros, como lectores, nos adentremos en una estupenda historia de ciencia ficción social y aventuras (entre otras cosas), descubriendo su origen y los vericuetos de la sociedad en la que se hallan inmersos.

Por otro lado también iremos desentramando con el paso de las páginas cómo los asesinatos y desapariciones organizados desde un ministerio de esta sociedad hacia miembros de la élite intelectual y científica de la misma (y provocando por tanto su retraso y estancamiento) con los que tras la Segunda Guerra Mundial sufrieron los escritores soviéticos por parte de ese gobierno represor, que les decía sobre qué debían escribir y cómo, hasta el punto de poder identificar al hediondo ministro (un personaje escrito para ser detestado) con el líder del KGB en aquel momento. Y es que los mismos Strugatski recibieron “recomendaciones” de “debéis escribir más como en este libro que en como aquel, o dejar de escribir”. Su respuesta fue, desde luego, como la de Berlanga, muy inteligente.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Ni colorín ni colorado, de Rafael González

Durante los últimos años se ha puesto de moda el revisionismo sobre los cuentos clásicos (Grimm, Andersen, Perrault…), con diferente alcance y resultado. Ahí tenemos una buena cantidad de versiones en imagen real de los clásicos de Disney que están apareciendo ahora y lo harán próximamente con resultado no del todo satisfactorio. O las series que aunque llamativas, resultan notoriamente mediocres (por no decir deficientes) como Grimm o Érase una vez. En otras artes y calidades encontramos las excelentes series de cómics Fábulas (en buena parte la gran responsable de esta moda), o más tangencialmente The Unwritten, de tanta calidad como la anterior aunque mucho más extraña. Literariamente, el verso libre Sapkowski se ha erigido como el gran rey con sus maravillosas y retorcidas versiones de El último deseo, pero también podemos encontrar otros proyectos, quizá de menor calado pero aun así de interés como (Per)versiones cuentos populares o este Ni Colorín ni Colorado, de Rafael González.



Con Ni Colorín ni Colorado nos encontramos con una colección de relatos dividida en dos partes. En primer lugar hallaremos una serie de epílogos de los cuentos clásicos en su versión más oscura que conceptualmente apuntan a la idea de La noche 1.002, esto es, después de que el cuento acabara, después de que el bien triunfara sobre el mal, después de la noche 1.001 ¿en realidad se logró ese y vivieron felices y comieron perdices? Es decir, ¿hasta qué punto se alcanza ese clásico “colorín colorado”?. Pues a medida que vamos leyendo estos relatos-epílogos nos vamos dando cuenta de que, tal y como anuncia el título: ni colorín, ni colorado.

jueves, 3 de septiembre de 2015

RESEÑA: Visiones 2014

Desde hace tiempo inmemorial (ya va para el cuarto de siglo, con alguna intermitencia), la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCFT) trata de dar visibilidad y promoción a los nuevos autores de estos géneros a través de la antología Visiones. Ya os hablé de la edición del Visiones 2012 (exitoso porque contuvo relatos nominados a los premios Ignotus), para la que tuve la fortuna de ser seleccionado. Y he tenido la suerte de que el escritor y seleccionador Joaquín Revuelta me haya estimado digno de aparecer de nuevo en este Visiones 2014 de temática next minute (futuro cercano), del que hoy os voy a hablar. Gracias desde aquí tanto al antólogo como a la AEFCFT por la inclusión de mi Güijas cuánticas y bufandas del Atleti.


Pero lo mejor en una antología como esta, con cada cuento hijo de su padre y de su madre, es comentarlos uno a uno:
- Chico problemático (Magín Méndez Sanguos): visión distópica de un futuro en el que ser diferente en costumbres, estética o artísticamente, acarrea la exclusión. Aun con todo, se presentan atisbos de esperanza.
- Diminutos (Javier Urquiza López): mediante el interesante formato de mostrar solo una de las voces en un diálogo a dos, en un tono descriptivo cercano al reproche, conoceremos la última época de una humanidad condenada a la extinción.
- Duna (Ricardo Cortés Pape): caótica narración ubicada en un Madrid también caótico y casi apocalíptico. Tercera distopía de tres.
- El Gran Hotel Catalonian (Miguel Ángel Chamizo Jódar): Inicialmente parece una historia de las que acabarán planteando uno de los más clásicos paradigmas de la ciencia ficción, pero a partir de una inflexión de gran fuerza visual se producirá una interesante vuelta de tuerca. Buen relato, aunque el final parece algo abrupto.
- El penúltimo día (Vicent Sala Enguix): Interesante especulación sobre un futuro muy próximo al borde del colapso que hace referencia a muchos temas calientes de la actualidad y a sus posibles evoluciones. Uno de los relatos más “next minute” de la antología.
- El Proyecto Acuatecnia (Néstor Bardisa García): Relato clásicamente cyberpunk. Metal, plomo, inventos, espionaje industrial, mercenarios… Escrito para entretener.
- Fecha de caducidad (Anaid Pérez Mendoza): Especulación bien narrada acerca de la relación de responsabilidad entre el científico y sus desarrollos. Relato notable dentro de la colección.
- Gastronomía española (Francis Novoa): Divertida sátira (y bastante gore) sobre cómo solucionar el actual exceso de parados y jubilados. Destacan unos diálogos naturales dentro de la historia disparatada.
- Güijas cuánticas y bufandas del Atleti (Pedro López Manzano): Sencilla historia de ambiente cotidiano en la que trato de entretener y, si se da el caso, arrancar una sonrisa, con los efectos colaterales de un invento bastante curioso para dentro de unas décadas, cuando lo dejamos en la misma habitación que algunas de las pasiones humanas más intensas.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...